lunes, 2 de febrero de 2009

¿Cómo profundizar tu relación con Dios?

Filipenses 3:10.
En este capítulo, Pablo está haciendo una apología de su ministerio, una defensa de lo que se propone. Nos dice que lo que antes tenía por ganancia, ahora lo tiene por basura. En el verso 10, hace el resumen de lo que está diciendo en la totalidad del capítulo, está confesando lo que está en su corazón y lo que Él está percibiendo.

Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a Él en su muerte.
¿Quiénes quieren profundizar su relación con el Señor? Si no es por eso que nos reunimos, ¿para qué lo hacemos? Esta es una gran oportunidad para que profundicemos. En esta oración, Pablo confiesa que desea cuatro cosas para su vida.

Número uno: Yo quiero conocer más de Él. Pablo cuando escribe a los Filipenses, ya había escrito casi todo el Nuevo Testamento. Ya era un pastor consagrado, y aún así, decía: “Yo quiero conocerlo a El”. Definitivamente, él era un buzo espiritual, no quería conformarse con quedarse en la superficialidad del espíritu, quería ir más profundo. Por eso, más adelante, escribe: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece,” porque tenía un conocimiento sublime del Señor. Entendía que Dios es ilimitado, que nadie puede conformarse con lo que sabe de Dios. A veces, me da pena que hay ministros que creen que ya se graduaron de Su conocimiento. Dios es Dios, es ilimitado, es enorme, es el Creador del cielo y la tierra, de las galaxias.
Dios es tan grande que ni siquiera existe. ¿Por qué digo eso? La existencia está limitada por tiempo y espacio. Algo existe cuando ocupa un espacio y está ubicado en el tiempo, pero resulta que Él está más allá del tiempo y el espacio, es omnipresente, porque Dios no existe, Él es. Por eso, Dios dice: “Yo soy,” vive en un eterno presente, Él es Dios.
Si queremos conocer más de El, debemos de buscarlo más en las Escrituras. Hay personas que tienen tan poco conocimiento de Biblia. La otra vez, escuchaba una banda famosa que hablaba de la batalla entre Daniel y Goliat. ¿Qué es eso? Dios ha revelado las sagradas Escrituras, debemos conocerlas. Un día, meditaba en el Nombre del Señor. Cuando Moisés le pregunta quién es, el dice “Yo soy”. La palabra original es YHVH, trate de pronunciar eso, no se puede. Por eso, en algunas versiones leemos Yahvé; en otras, Jehová. Originalmente, no se podía pronunciar. Encontré que cuando uno dice las siglas originales del nombre de Jehová o Yahvé, para los Hebreos ese es el sonido de la respiración. Esta palabra tiene que ver con respirar. Piense, ¿qué es lo primero que tiene que hacer un ser humano para vivir? ¿Será que lo primero que debe hacer es decir el nombre del Señor? De la misma forma, cuando el ser humano deja de vivir, deja de respirar, no puede decir el nombre del Señor. ¿Será por eso que Jesús dijo: “Yo soy la vida”? No podemos vivir sin Él, por eso, si queremos vivir una vida de victoria. Si queremos vivir conforme a su potencial y a lo que Él tiene, no debemos conformarnos y saber más de El.

Por Lucas Leys

Continuará...

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